Gracias historia de un vecindario.

Una simpática historia sobre unos vecinos que no se conocen y cómo una avería propicia que se hagan amigos.

En este vecindario los vecinos no son lo que parecen.

Cada uno hace su vida y se hace una idea equivocada sobre los vecinos de alrededor.

Este cuento de Rocío Bonilla nos ha cautivado por su sencillez, por su originalidad y por su simpatía.

Los vecinos son muy diferentes: Todos piensan que la gallina Camila es sorda.. y Camila no es sorda pero tiene 10 pollitos que la traen loca y no oye más que el jaleo de su casa.

El señor Vilches es un abogado muy serio, pero a él lo que e gusta es hacer malabarismos aunque está muy triste porque no tiene público.

El vecino del señor Vilches es un ratón muy asustado por un gato que ha venido al barrio. Pero como es un ratón con recursos ha puesto una máscara de dragón para alejar al gato. No se atreve a salir de su casa y todos creen que es un dragón.

El gato en realidad es vegetariano, le gusta jugar a las cartas, cuidar su huerto…pero no se atreve a invitar a nadie por temor al dragón.

Y así en este encantador cuento cada personaje vive encerrado en su realidad con sus deseos.

Sin saber que la respuesta a sus deseos está dentro del vecindario.

Una avería eléctrica hará que una vecina muy tecnológica ayude al Búho que se ha quedado sin internet.

Gracias a eso Búho invita a la vecina a merendar, le pide un huevo al ogro y poco a poco todos los vecinos comparten amistad y aficiones.

Juntos comienzan partidas de cartas, barbacoas de hortalizas del gato, un club de lectura del ogro.

Así como  unas estupendas funciones de malabares a las que asisten los pollitos de Camila.

Gracias historia de un vecindario es ideal como cuento para educar emociones y afectividad.

Ya que muestra los prejuicios e ideas equivocadas que nos podemos hacer sobre los que no conocemos mucho.

Pero sobre todo es un cuento alegre, positivo, con su punto de humor y unas ilustraciones muy graciosas.